domingo, 19 de octubre de 2008

Mi bautizo carnavalesco

Hasta el año 1985, el único conocimiento que yo tenía del carnaval de Cádiz era una reseña que se incluyó por el mes de febrero de 1982 en los informativos de Telesur de la chirigota de Los Naranjitos. Es normal, teniendo en cuenta que vivía en Sevilla, donde lo único que conocíamos los chavales de mi edad era la Semana Santa, la Feria de Abril, y las fiestas navideñas, con el correspondiente adorno callejero y el gasto en la compra de jamón, polvorones y mazapanes.

Pero llegó el año 1984, y por motivos laborales de mi padre, nos trasladamos a vivir a El Puerto. A partir del carnaval del año siguiente comencé a conocerlo de forma intensiva, y hasta hoy. Por eso, por ser el 1º año en el que empecé empaparme de todo lo que oliera a papelillos, caja y bombo, pitos de caña, pasodobles y cuples, esa edición del carnaval le recuerdo con mucho cariño.

A pesar de no saber discernir en aquel momento entre lo que era una chirigota y una comparsa (lógico en mi situación de zagal y forastero), me marcaron enormemente algunas agrupaciones como: “El Callejón de los negros” (aunque hoy no sea el coro una modalidad muy seguida), “Los brutos secos”, “Los carreros de la alianza”, “Entre rejas”, y sobre todo, “Los braceros del pueblo”, de los que su pasodoble dedicado a Andalucía pasó a ser posteriormente el himno del que con el tiempo fueron y siguen siendo mi grupo de amigos, con los que aprendí y sigo aprendiendo, y con los que disfruto y participo de forma activa de la fiesta, a pesar de la distancia entre Sevilla y Cádiz (no sólo el Yuyu y el Canijo de Carmona se hacen tantos kilómetros, aunque, eso sí, ellos ganan más dinero que yo en esto).

Por eso, por ser una pieza que me evoca multitud de momentos importantes, aquí os lo dejo para que disfruteis de él lo mismo que yo lo hago cada vez que lo escucho:


Se piensa de Andalucía
de una forma equivocada,
creen que en la tierra mia
manda el vino y la guitarra.
Que se piensa solamente
en el cante y en el baile,
con graciosos permanentes,
vageando por sus calles.
Es una tierra señores
donde brotan gracia y arte
como en el campo las flores.
Es algo más que guitarra.
Es algo más que guitarra,
es lugar de nacimiento
de García Lorca y de Falla.
De don Juan Ramón Jiménez,
Canovas y los Machado,
Velázquez y Manolete
Murillo, Alberti y Picasso.
Emigrantes y paraos
han sido siempre su drama.
Emigrantes y paraos,
con un verde de esperanza
y una paz vestía de blanco,
que si se baila y se canta
es para ocultar su llanto.
Saludos.