miércoles, 10 de septiembre de 2008

España: un país de "fracasados"

Recientemente, se ha publicado en le prensa nacional la creciente tasa de fracaso escolar que estamos teniendo en nuestro país, la cual se sitúa en éstos momentos en el 30 %. Muy alta para lo que se pretende conseguir para el año 2010, cuando la convergencia europea obliga a tener una tasa mucho menor de fracaso.

Pero todo esto es completamente comprensible, teniendo en cuenta la evolución de la educación y de nuestra sociedad actual. Nada tiene que ver la educación recibida en los años 70-80 a la que se imparte hoy. En dicha época eran pocos los que abandonaban sus estudios. La mayoría de nosotros teníamos por lo menos el Graduado Escolar, y el que no estudiaba BUP, estudiaba FP, y muchos optábamos por continuar una carrera universitaria. Hoy día, debido entre otras cosas a la manga ancha aplicada en las sucesivas leyes de educación, donde en lugar de preocuparse por el aprendizaje de los alumnos, ha sido más importante la promoción de los mismos hacia títulos que para nada se correspondían con los conocimientos adquiridos. Todo ello junto a la consabida falta de respeto hacia la autoridad del profesor (factor importante para hacer que los alumnos cumplan cierta disciplina y las normas de educación básicas, tal como se hacía en nuestra época, donde ni se nos pasaba por la cabeza faltarle el respeto al “maestro”).

Evidentemente, si antes todos promocionábamos y los mejores eran los que llegaban más lejos, hoy día los mejores son los que llegan más lejos y los únicos que consiguen algo. La mayoría no tiene esa motivación por aprender y luchar por conseguir labrarse un “porvenir” (como diría mi abuela). Esto, unido, pienso yo, a la desidia de muchos profesores, a la falta de implicación de muchos padres en la educación de sus hijos (ya que piensan que educar es función del colegio, no de ellos), a la dificultad que existe en los planes actuales para promocionar de los alumnos que tienen ciertas dificultades de aprendizaje (sólo pueden repetir 1 ó 2 veces, según el tipo de formación, con el consiguiente abandono obligado de la escolarización), falta de información por parte de muchos departamentos de orientación, que no ofrecen otras alternativas a alumnos con dificultades (hoy día habría opciones para casi todo)....

Lo que está claro es que, si queremos reducir la tasa de fracaso escolar, todos nos tenemos que poner las pilas (políticos, profesores, padres y estudiantes), y el mensaje tendría que ser que tal como se está poniendo el panorama, la única forma “legal” de progresar en la vida y tener un futuro profesional asegurado tiene que ser estudiando, formándose y adquiriendo el máximo de conocimientos posible para poder competir con garantías en un mercado laboral que cada vez resulta más complicado.

Y lo más importante: hacerle entender a los niños y jóvenes actuales que ellos serán los que manejen el mundo en el futuro, que son los responsables de construirlo en la forma que quieren y de dejarlo en herencia a las generaciones futuras en las mejores condiciones posible.

Sólo pretendo hacer una reflexión acerca de la función que tenemos cada uno, sea cual sea el papel que interpretemos (padre, estudiante, educador,...), para que se tome conciencia de la importancia del tema.

MAYOR FORMACIÓN=MEJOR CUALIFICACIÓN=MAYOR PROGRESO.