lunes, 16 de febrero de 2009

Desenlace esperado

No por esperado resulta menos doloroso ni se siente menos rabia y desprecio. El desenlace del caso de la desaparición de Marta del Castillo ha seguido el guión esperado por la mayoría. Asesinada por un “hombre” sin escrúpulos y sin el más mínimo sentido de humanidad. En el post anterior ya dejé claro lo que pensaba del hecho y el tiempo me ha dado la razón, igual que a su familia, que desde el principio señalaron al asesino confeso como parte importante en el caso.

Ahora, una vez que se encuentre el cuerpo de la joven (situación prioritaria, evidentemente), habría que hacer una reflexión sobre las leyes en caso de desaparición de menores, y del hecho de que individuos con tan pocos escrúpulos puedan hacer con la vida de los demás lo que les plazca.

Cada día estoy más convencido del peligro y el riesgo que suponen las relaciones de nuestr@s hij@s adolescentes, y del trabajo que tenemos los padres para educarlos en cualidades como el recelo, la desconfianza, la suspicacia,... con el fin de protegerlos de situaciones problemáticas que les puedan surgir en sus relaciones sociales durante este periodo tan difícil de su evolución.

Sólo deseo que tanto padres como jóvenes aprendamos de este caso y evitemos en lo posible situaciones de riesgo. Es verdad que en cada casa se educa de una forma diferente, pero deberíamos de inculcarles ser selectivos con las amistades que van apareciendo en sus vidas.

Desde aquí no sólo quiero recordar el caso de Marta, sino también el de otr@s chicos y chicas que llevan tiempo desaparecidos sin que haya noticias de sus paraderos. Es cierto que los medios de comunicación, al tener en primera plana a diario el caso, han contribuído a una evolución y desenlace rápidos del mismo, cosa que no ha ocurrido con otras desapariciones, que aun hoy día siguen sin resolverse.

Por una sociedad más humanitaria