jueves, 4 de diciembre de 2008

Rectificar es de sabios (o eso dicen)

Dicen que rectificar es de sabios. Pero cuando esa rectificación se hace varios años después de haber tomado una decisión “totalmente equivocada” para todos menos para él, y causando miles de muertos inocentes, esa rectificación sólo debería servir para que los tribunales de justicia competentes en el asunto tomaran buena nota y juzgasen a uno de los mayores asesinos que ha dado la historia: George W. Bush.

Es increíble que diga que para su intervención en Irak hizo caso de los informes del servicio de “inteligencia” que probaban la existencia de armas de destrucción masiva en dicho país. ¡Dios mío, en qué manos estamos! El presidente del país más poderoso del mundo que hace caso de unos informes sin comprobar, provocando una de las mayores masacres del actual siglo XXI.

Y completa sus declaraciones con la frase “al principio de ser presidente de EEUU no estaba preparado para una guerra”. Es tan imbécil que reconoce que lo hizo sin estar preparado para ello (igual que para otras muchas cosas que ha hecho durante su mandato). Menos mal que las presidencias en EEUU sólo pueden durar un máximo de 8 años, porque seguramente, con la “inteligencia” demostrada por los tales servicios, nos podemos imaginar la “inteligencia” que tiene todos esos ciudadanos que, inmersos en la guerra, volvieron a votar a éste genocida (seguro que volverían a votarlo nuevamente).

Sólo deseo que tenga suerte (la misma que Pinochet y tantos asesinos que han gobernado países causando masacres del mismo tipo que Bush).